martes, 23 de octubre de 2012

Milton Friedman


(Nueva York, 1912 - San Francisco, 2006) Economista estadounidense. Junto a Henry Simons y F. A. Von Hayek, es el principal representante de la llamada Escuela de Chicago, grupo de economistas que considera que los mercados competitivos libres de la intervención del Estado contribuyen a que el funcionamiento de la economía sea más eficiente.
Considerado uno de los más grandes economistas de su época, recibió multitud de honores, incluido el Premio Nobel de Economía (1976). Sus postulados fueron la base de las políticas neoliberales que se establecieron en algunos países en la década de 1980: fueron adoptados por el Gobierno chileno del general Pinochet y, aunque sin llegar a abandonar del todo la asistencia social, por el Gobierno Reagan en EE.UU. y por el de Margaret Thatcher en el Reino Unido. De hecho, en las ideas de Friedman y, en general, de la Escuela de Chicago, se halla el fundamento teórico del denominado neoliberalismoactual.


Descendiente de una familia de origen austro-húngaro, Milton Friedman inició sus estudios de licenciatura en la Universidad de Rutgers, en la que adquirió conocimientos tanto de Matemáticas como de Economía. De esta institución se trasladó a la Universidad de Chicago, donde descubrió el intenso ambiente intelectual que se movía en torno al departamento de Economía.
Tras una breve estancia en Columbia, donde mejoró su formación matemática, Friedman regresó a Chicago para colaborar como investigador con Henry Schultz en mediciones de la demanda. En 1935 empezó a trabajar para la Asociación Económica del Comité de Recursos Naturales y en 1937 dejó el puesto para incorporarse a la Oficina Nacional de Investigación Económica, en la que estudió las estructuras de ingresos de profesionales liberales.
En 1941, con la entrada estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, fue destinado al departamento del Tesoro, donde se encargó de la política fiscal durante el periodo de guerra. En 1943 fue nombrado director de la Asociación Estadística de la Universidad de Columbia, en la que se ocupó de problemas relacionados con la producción militar.
En 1945 se trasladó como docente a la Universidad de Minnesota y un año más tarde, con la guerra terminada, accedió a la plaza de profesor de Teoría Económica en la Universidad de Chicago. La docencia en esta institución le sirvió para investigar sobre aspectos monetarios, a los que sumó sus observaciones de los ciclos de negocio en colaboración con la Oficina Nacional de Investigación Económica.
Durante los años cincuenta, Friedman viajó a Europa como asesor del Plan Marshall, para el que investigó sobre los tipos de cambio, y en 1953 obtuvo una beca Fullbright, que le permitió una estancia en la Universidad de Cambridge, donde existía entonces un amplio debate en torno a las ideas keynesianas.

A lo largo de los años sesenta continuó con su labor docente en Chicago y con sus investigaciones sobre aspectos monetarios, y además sumó la asesoría económica para candidatos del Partido Republicano como Richard Nixon. En 1976 inició su colaboración como profesor para el Instituto Hoover de la Universidad de Stanford (California) y en 1977 se retiró de la cátedra en la Universidad de Chicago. De cualquier forma, continuó vinculado a ambas instituciones, a las que apoyó con su valía intelectual.
Fue consejero no oficial del que fuera presidente estadounidense, Richard Nixon y tanto el también presidente Reagan como la primera ministra británica Margaret Thatcher fueron receptores de sus posiciones teóricas. Sin embargo, en los primeros años de la década de los ochenta, Friedman se mostró muy crítico tanto con el gobierno británico como con el estadounidense. Al primero lo responsabilizó de haber "logrado" tres millones de parados y al segundo de practicar una política monetaria "zigzagueante".
En 1976 la Academia sueca le concedió el Premio Nobel de Economía por sus estudios en las esferas del análisis del consumo, de la historia y la teoría monetaria, así como de la política de estabilización económica. En 1988 recibió la Medalla de la Libertad, la más alta condecoración civil de Estados Unidos, de manos de Ronald Reagan.
Las ideas económicas de Friedman
La política económica que los gobiernos occidentales aplicaban al terminar la Segunda Guerra Mundial seguía los criterios de los economistas de la escuela keynesiana: el Estado dirige la economía, y de hecho se convierte en uno de los principales inversores, para asegurar a la población unos bienes mínimos que permitan mantener un elevado ritmo de consumo, de forma que éste anime la producción, con lo cual el crecimiento económico debería ser continuo y se prevendrían las grandes recesiones. Friedman criticó estas teorías y consideró que su aplicación en Estados Unidos terminaría con el llamado sueño americano.
A diferencia del keynesianismo, las teorías económicas de la Escuela de Chicago, o Escuela Neocuantitativa, se basaban en la reivindicación del liberalismo neoclásico de Adam Smith. Sostenían que el mercado es la única fuente de riqueza. Los beneficios de las empresas serían los únicos generadores del crecimiento económico, que, según ellos, se produciría sólo cuando el mercado pudiese funcionar con total libertad. Desde este punto de vista, el Estado no sólo debería dejar de ejercer un papel principal como inversor, sino que debería animar a los particulares a invertir, para lo cual debería rebajar los impuestos, pues éstos retraen la inversión y disminuyen los beneficios.
Friedman criticó el gran tamaño adquirido por el sector público en los países occidentales, denunciando la distorsión que la intervención estatal introduce en el funcionamiento de los mercados. Propuso desmontar el Estado de bienestar y dejar que actúen libremente las leyes de la oferta y la demanda, volviendo a la pureza original del sistema que definiera Adam Smith. Recuperando viejas ideas, actualizó la teoría cuantitativa de la moneda, denunciando los efectos inflacionistas de las políticas expansivas keynesianas. Sin embargo, defendió al mismo tiempo medidas de protección contra la pobreza, como un impuesto sobre la renta con tramos negativos para los ciudadanos de menores ingresos.
La principal novedad que aportó la llamada Escuela de Chicago radicó en la importancia que daba a la influencia de la masa monetaria en el crecimiento económico. Considerando la economía como una ciencia empírica, Milton Friedman y Anna Schwartz, en su libro Historia monetaria de los Estados Unidos, trataron de demostrar que la rápida expansión de la masa monetaria es la causa de la inflación, mientras que una brusca retención es la causa principal de las crisis más profundas. A partir de esta aportación se concluía que el papel del Estado en la economía debe limitarse al control de la masa monetaria en circulación.
Otras obras destacadas de Friedman, en las que expuso sus teorías económicas, son Una teoría de la función del consumo (1957), Dinero y desarrollo económico (1973) y Teoría de los precios (1976). Escribió además varias obras divulgativas escritas en colaboración con su mujer (Capitalismo y libertad, 1962; Libertad de elegir, 1980).

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